Adrián Fernández / Madrid 

La realidad va más allá de los estereotipos. Durante muchos años se ha asociado la figura del hombre con adjetivos como ‘fuerte’, ‘poderoso’ o ‘protector’, pero no se ajusta a la realidad que vivimos en materia de género. Por ello, en pleno Siglo XXI, es imprescindible acabar con estos estereotipos e ir más allá

La conocida como ‘nueva masculinidad’ plantea romper con los moldes establecidos y buscar una alternativa que incluya nuevos valores y actitudes. Según Ritxar Bacete, especialista en género y políticas de igualdad, “es un concepto que engloba actitudes de cuidado, corresponsabilidad, compromiso con la igualdad de mujeres y hombres, así como una actitud pro activa, contraría a cualquier tipo de violencia, y que cuestiona una forma de ser y estar en el mundo de los hombres, asociada de forma radical al trabajo, la competitividad, o el control de las emociones”. 

Esta nueva masculinidad también trae asociadas características comúnmente propias de las mujeres (como es la emoción, la protección o la empatía). Para ello es imprescindible que el hombre cambie en paralelo a como cambia la sociedad y elimine esa ‘especie de coraza’ que le oprime para poder expresar su parte más sensible y emocional. 

La nueva masculinidad afecta tanto a hombres como a mujeres

El gran paso que los hombres deben dar para conseguir un nuevo rol masculino, según Ritxar, pasan por dos ejes centrales: la implicación equitativa de los hombres y el compromiso contra las causas que producen la violencia de género. “Debe partir también de la racionalidad, ya que la no implicación de los hombres en los cuidados y delegarlos en las mujeres, impide por un lado, que éstas puedan desarrollar y aportar a la sociedad todo su potencial, y por otro lado, priorizar el trabajo frente a los cuidados o la paternidad, impiden el desarrollo pleno de las capacidades expresivas en los hombres” apunta Ritxar. 

A lo largo de la historia hemos visto como las mujeres han luchado por sus derechos y han encaminado una oleada de feminismo para conseguir más igualdad. Ellas ya han iniciado su revolución pero… ¿y los hombres? Mientras que las mujeres han sido conscientes de lo que ha significado ser mujer, ellos, en general, han vivido en la ignorancia. Eso tiene que cambiar, es el momento de poner a la mujer y al hombre en la misma posición de equilibrio y de mentalidad. 

Ellas ya han iniciado su revolución pero ¿y los hombres?

¿Cómo conseguimos que la nueva masculinidad se convierta en una realidad más allá del papel? La clave sería la educación que recibimos a lo largo de nuestras vidas ya que la mentalidad se va moldeando en función de lo que nuestros ojos ven. Todos, hombres y mujeres, tenemos que ir de la mano para moldear un nuevo modelo de sociedad donde, tanto una parte como otra, vayan paralelamente unidas. “Si cuidamos más, valoramos más a las mujeres, apoyamos sus propuestas, no tenemos actitudes sexistas, reconocemos nuestros privilegios y estamos dispuestos a dar un paso atrás cuando sea necesario, estaremos mejorando nuestro entorno, cambiando personalmente y transformando el mundo” declara Ritxar. 

La educación es la clave de la nueva masculinidad

No existe una fórmula única para crear un nuevo modelo de hombre. Lo más importante es crear en la sociedad la libertad que permita a cada individuo elegir su estilo de vida. Pues la libertad, al fin y al cabo, es lo que vertebra la diversidad y todos sus aspectos. Es un camino largo que hombres y mujeres deben andar juntos. Así es como conseguiremos construir un mundo más justo e igualitario.


Ritxar Bacete es formador, consultor, coach y autor de los libros ‘Nuevos hombres buenos: La masculinidad en la era del feminismo’ y ‘El poder de los chicos’.