Mayo no es un mes cualquiera. En Europa, se celebra el Mes de la Diversidad, y en pocos días llega junio, el mes del Orgullo LGTBI+. Dos momentos claves para visibilizar, celebrar y reflexionar. Y en un contexto como el actual, donde se han logrado muchos avances pero persisten resistencias y prejuicios, vale la pena recordar algo esencial: hablar de orgullo es hablar de libertad.
Libertad de ser quien eres, de elegir cómo vivir, cómo expresarte, cómo trabajar. Libertad de habitar el mundo con autenticidad, sin esconder partes de ti por miedo al rechazo. Y esto no solo debería vivirse en las calles o en las redes, sino también —y sobre todo— en los espacios donde pasamos la mayor parte del día: nuestros lugares de trabajo.
En España, aunque la legislación ha avanzado, aún queda recorrido en lo cotidiano. Según el informe “Estado LGTBI+ 2024” de la Federación Estatal LGTBI+, más del 60 % de las personas del colectivo no se sienten del todo cómodas mostrándose tal cual son en sus entornos laborales. Muchas prefieren no hablar de su vida personal, callan comentarios incómodos o evitan ciertas expresiones para “no generar ruido”. El problema es que ese silencio también habla. Y muchas veces, lo que no se dice refuerza la exclusión.
El lenguaje sí importa
En este contexto, la inclusión real no puede ser solo una declaración de intenciones o una campaña puntual. Tiene que integrarse en la cultura de las organizaciones, en sus políticas, en sus dinámicas… y sí, también en su lenguaje. Porque el lenguaje no es neutro. Construye realidades, refleja miradas, genera vínculos… o los rompe.
Por eso, en Más Diversity hemos desarrollado una dinámica formativa que propone cambiar el enfoque desde el juego, la participación y la reflexión colectiva. Se llama “No pases palabra”, y sí, está inspirada en el popular programa de televisión. Pero aquí, en lugar de competir, se aprende. Y en lugar de ganar puntos, se gana perspectiva.
Esta formación está pensada para cualquier persona dentro de la organización. No hace falta saber de diversidad, ni ser parte del colectivo. Lo único necesario es tener curiosidad, ganas de aprender y disposición para revisar lo que decimos y cómo lo decimos.
La experiencia comienza con una breve introducción sobre los pilares básicos de una actitud inclusiva: respeto, empatía, escucha activa. Luego, se da paso al rosco interactivo, donde cada letra del abecedario da lugar a una palabra clave del universo de la diversidad. La persona facilitadora —una especialista en inclusión— guía la dinámica, modera las respuestas y abre pequeños debates que ayudan a comprender mejor cada término y su implicancia en la vida real.
Aprender, participar, transformar
En apenas una hora, el grupo pasa de lo lúdico a lo transformador. Lo que empieza como un juego se convierte en una herramienta poderosa para cuestionarse, corregir errores comunes, descubrir nuevas formas de nombrar sin herir… y entender por qué todo esto importa.
Y es que en entornos diversos, el lenguaje puede ser una barrera o un puente. Puede excluir sin darnos cuenta, o puede abrir espacios seguros donde cada persona se sienta vista y respetada. A veces, basta con conocer las palabras adecuadas para empezar a crear esos espacios.
No pases palabra no es una clase teórica, ni una charla de experto. Es una invitación a tomar parte, a reírse de lo que no sabíamos, a compartir aprendizajes. En definitiva, a perderle el miedo a hablar de inclusión y a empezar a hacerlo mejor.
En el Mes Europeo de la Diversidad y a las puertas del Orgullo, esta propuesta llega en el momento justo. Porque no hay mejor forma de celebrar la diversidad que propiciando entornos donde nadie tenga que pedir permiso para ser.
Apostar por este tipo de formación no es solo una señal de compromiso social. También es una estrategia de liderazgo responsable y coherente. Las organizaciones que invierten en crear culturas inclusivas no solo atraen y retienen mejor talento, sino que mejoran su clima laboral, su innovación y su reputación.
En Más Diversity creemos que la inclusión empieza por el lenguaje. Y que el cambio empieza en lo pequeño: una palabra, una corrección amable, una conversación abierta. Por eso, este mes te invitamos a no pasar palabra. A sumarte a esta experiencia diferente. A decir con orgullo: aquí también cabes tú.
Si quieres llevar esta dinámica a tu organización, escríbenos a [email protected].
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