LA DIVERSIDAD SEXUAL

El derecho a la igualdad y a la no discriminación son principios básicos consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Aunque cualquier condición humana está contemplada desde la declaración universal, muchos instrumentos internacionales posteriores hacen mención explícita a la diversidad sexual focalizando esfuerzos hacia las personas pertenecientes al colectivo LGTBIQ.

Si bien España figura, en los estudios realizados sobre el tema, entre los países legalmente más avanzados y que la opinión generalizada es que la sociedad española es abierta y tolerante, la realidad es que el término tolerancia implica, en sí mismo, cierta condescendencia, no una aceptación plena, de manera que siguen existiendo sesgos sociales que traspasan todos los ámbitos, haciendo que larealidad del colectivo LGTBIQ+ sea una dura realidad en un gran porcentaje de marginación y discriminación.

En concreto, según el informe EMIDIS, el 20,25% de las personas LGTBIQ+ han encontrado alguna traba en la promoción profesional a lo largo de sus carreras, el 23,97% han sido objeto de acoso laboral y el 47,52% han recibido un trato discriminatorio por parte de sus compañeros. Esta realidad se ve enormemente agravada en el caso del colectivo trans, según el estudio de la FRA, hasta el 77% de las mujeres transexuales han sido discriminadas a la hora de acceder a un puesto laboral.

Crear sensibilidad y tomar conciencia sobre la realidad diversa que caracteriza esta era, y que subyace en todo el quehacer humano, es imprescindible en las decisiones de los responsables que diseñan los planes estratégicos en instituciones y organizaciones públicas y privadas.

LA DIVERSIDAD SEXUAL EN EL ENTORNO LABORAL

Los entornos de trabajo son espacios necesarios para la socialización en la vida de las personas, en los que pasan gran parte de su cotidianidad. Si no pueden expresarse libremente durante este tiempo, están ocultado un aspecto central de su identidad y se está coartando el derecho humano al libre y pleno desarrollo de la personalidad y autorrealización

Una parte importante de las persona LGTBIQ+, decodificado en su vida como lesbiana, gay, bisexual, trans,…,  se ve obligada a ocultar esa faceta de su identidad en su espacio laboralLos principales obstáculos que perciben para mostrarse sin tapujos radican en las dificultades que plantea la singularidad de su orientación sexual entre equipos de trabajo heterosexuales

La ocultación de la orientación sexual constituye un freno a la satisfacción en el puesto de trabajo y repercute negativamente sobre el rendimiento de las personas. 

La problemática no se manifiesta igual en todas las organizaciones. El mundo corporativo y el mundo del deporte son los dos sectores donde mayores índices de homofobia existen hoy día, en los que más cuesta “salir del armario”. 

Las empresas tienen la responsabilidad de implementar políticas y culturas empresariales que fomenten la diversidad y la inclusión, asegurando la igualdad de derechos independientemente del sexo, género, orientación sexual o expresión de género.

La visibilidad y acciones de grupos y personas que lideran esfuerzos por  el respeto a los derechos de las personas sexualmente diversas, han incidido en que cada vez más organizaciones se declaren como “ambientes libres de discriminación por orientación sexual e identidad de género”. Sin embargo, no siempre es claro si tal declaración cuenta con un trasfondo de gestión de la variable diversidad sexual o es solamente un compromiso inicial.

¿QUÉ OBSTÁCULOS Y QUÉ VENTAJAS TIENE LA INCLUSION DE LA DIVERSIDAD SEXUAL EN LAS EMPRESAS?

Aunque la organización se proponga practicar políticas de inclusión, en ocasiones encuentra dificultades para hacerlas efectivas adecuadamente, para comunicar correctamente un mensaje, o para crear un vínculo real y sincero con la comunidad LGTBIQ+, convirtiéndose en obstáculos que perjudican esta integración.

La gestión organizacional con visión de no discriminación e inclusión, desde la perspectiva de la diversidad sexual, más allá del cumplimiento de los derechos humanos fundamentales, genera una serie de ventajas competitivas para las organizaciones. Un ambiente de inclusión y de respeto a la diversidad en todas sus formas y en todas las estructuras organizacionales, incluida la orientada a las personas LGBTIQ+, no es solamente un elemento de cumplimiento, sino un diferenciador competitivo y de innovación, que favorece el logro de los resultados de la organización: 

  • Fomentando mayor motivación al presentarse como organización inclusiva de personas LGTBIQ+ facilita la preferencia por la organización de parte del talento humano asociado a este grupo.
  • Es un activo con valor agregado, convirtiéndose en un recurso de atracción de consumo responsable.
  • Cumple  con los requisitos legales y suscritos de no discriminación.
  • Genera innovación al otorgar igual atención a las necesidades de colectivos diversos en el diseño de productos, en la publicidad y otros elementos asociados al contar con diversidades internas.
  • Satisfacción y conciliación dentro de conceptos diversos de familia, de ámbitos personales, y por reconocimiento y expresión de la propia identidad,

Es necesario contar con el compromiso y liderazgo de la alta dirección hacia el tema, ésta debe ser consciente de tenerlo presente en todas las estructuras organizacionales, evaluándolo, implementándolo y administrándolo en variados ámbitos básicos: desde políticas y objetivos empresariales, la gestión del talento humano, el diseño, producción y prestación de servicios y mecanismos de verificación y mejora de la gestión.

Fuentes:

http://www.cegesti.org/exitoempresarial/publicaciones/publicacion_306_280616_es.pdf

https://www.infocop.es/view_article.asp?id=19534

​​https://amp.epe.es/es/igualdad/20221019/dura-realidad-colectivo-trans-
53-77441218